El cangrejo rojo americano (Procambarus clarkii) es un animal que ostenta un par de pinzas de gran tamaño y ya de por sí resulta amenazante; pero es aún más peligroso de lo que puede parecer.
Tal vez para ti, humano, solo puede pinzarte algún dedo del pie (o de la mano si te apetece tocarle), y como mucho te hará una herida superficial de la que te habrás olvidado en un par de días. Pero el daño que producen estos crustáceos en las aguas continentales europeas trascienden al plano ecológico.
Se trata de supercompetidores; organismos muy competentes, con alta reproducción y pocos depredadores que dicho mal y pronto: "a donde van; arrasan". Son extremadamente nocivos para las poblaciones que ya existían antes en ríos y lagos del viejo continente; a todos los niveles: invertebrados acuáticos, peces, anfibios... Comen de todo y resultan particularmente perjudiciales cuando se alimentan de las puestas de huevos de otros animales, impidiendo prosperar a miles o millones de crías. Además, son el vector de una de las peores enfermedades que están diezmando las poblaciones de anfibios de toda España: el hongo batrachochytrium dendrobatidis.
Estos cangrejos se introdujeron de forma voluntaria y antrópica ya que son comestibles y parecía buena idea llenar nuestros ríos de este invertebrado "aparentemente" inofensivo. Sin embargo, a día de hoy tal es su impacto que se le considera el causante de la extinción virtual del cangrejo ibérico Austropotamobius pallipes por competencia directa, y probablemente se lleve a muchas más especies por delante en los años venideros.
Este es uno de los problemas de la globalización, el ser humano empieza a hacer experimentos con las naturaleza y le sale rana; ah no que las ranas también nos las estamos cargando... Introducir una especie exótica en un medio que no es el suyo resulta peligrosísimo, y aunque parezca algo inocuo puede ser el detonante de la muerte de muchos animales que estás acostumbrado a ver en tu entorno y con los que tus antecesores han crecido y convivido durante toda su vida (y les han respetado). La introducción de especies exóticas aunque no lo parezca supone la segunda mayor causa de extinción en esta época en la que nos ha tocado vivir, y nuestro deber como parte de la naturaleza es proteger esta biodiversidad, por que además estos seres nos lo agradecerán con su colorido y majestuosidad, queramos, disfrutemos, respetemos.
Durante el Encuentro Rutero de Verano 2019, visitaremos diversos ríos y marismas en que estos cangrejos fueron introducidos, y veremos de primera mano qué efecto han tenido sobre la flora y fauna autóctona.